miércoles, 19 de diciembre de 2012

LOS EXTREMOS NO SON BUENOS


"Llega un momento en que ya ni te duelen tantas decepciones... Sólo te aburren".

Ésta es la frase que he leído esta mañana, nada más levantarme, con mi taza de café en la mano, y no podría decir que no estoy de acuerdo con ella. Hoy no sólo estoy de acuerdo, sino que la ratifico con mi estado de ánimo.

No estoy triste, ojo... Como bien dice la frase de cabecera... Ya sólo es aburrimiento. Porque la tristeza la he vivido meses atrás. Ya he pasado por ese estado hace tiempo, y ahora sólo queda aburrimiento... Bueno, por qué no decirlo... También cansancio.

Estamos en esa época del año en que hacemos balance de todo lo que hemos hecho y vivido... Al menos, yo lo hago cada año por estas fechas. Y valorando, valorando... Me he dado cuenta de que es cierto que, a veces, nos dejamos llevar por estados de ánimo que nada tienen que ver con la realidad, y que somos nosotros, con nuestra peculiar percepción de lo que nos rodea, quienes nos empeñamos en ver las cosas y a las personas con un idealismo que no se corresponde con lo que realmente es.

Y hoy puedo decir que yo peco muy mucho de eso... Tengo ese defecto. Bueno... y otros muchos, por supuesto, pero ése en concreto considero que se puede volver bastante peligroso, o al menos, ha estado a punto de serlo en mi caso.
Porque en este año me he planteado algunas opciones que sinceramente... hoy sé que habrían sido de los errores más grandes de mi vida, ya que hoy, por mi experiencia, creo que nadie debe dejar todo y/o arriesgar todo por nadie, por ideal que se vea. Porque (y esto es lo que yo he descubierto con mi experiencia este año) cada uno de nosotros, al final, acabamos viendo por nosotros mismos y por lo que queremos individualmente. 
Y cuando esto sucede y lo ves en los demás (y te das cuenta), la venda cae, y vemos al otro como realmente es. Y en ese punto es donde debes plantearte que tú has de hacer lo mismo si quieres ser feliz de verdad: Busca lo que quieres para ti. (Eso sí, intentado no hacer daño a nadie, ni pasando por encima de nadie, ni humillando... ni secuestrando, ni matando ni esas cosas que están tan feas... Que en los tiempos que corren, hay que aclarar estos puntos, no vaya a ser...) x) 

Y esto no es malo, ¿eh? Para nada... Es lógico y normal. No se puede culpar o criticar a nadie por perseguir lo que considera lo mejor para sí mismo. No sería justo y, sinceramente, seríamos bobos si cada uno de nosotros no lo hiciéramos así...

Así que cuando uno está equivocado, merece la pena saberlo y reconocerlo, para poder encauzarse. Para poder encaminar su vida, replantear las situaciones y valorar a las personas que nos rodean, con sus defectos y virtudes, y conociendo hasta dónde puedes esperar o no de ellos (más o menos... guardémonos un margen de error... porque esto no es una ciencia exacta y siempre habrá quién nos sorprenda, tanto para bien como para mal...).
Yo creo que esto al final es bueno, muy bueno... Porque aprendemos.

Ahora empieza un nuevo año. Se acaba un ciclo y empieza otro (si los mayas lo permiten, claro...). Sé que, como hasta ahora, volveré a vivir de todo: alegrías, penas, decepciones, sorpresas... Pero de cada una de ellas espero poder aprender algo, y sacar algo positivo. Y es posible,¿eh? Siempre lo es.... "doy Fe".

Volviendo al tema... Sé que el aburrimiento en el que hoy estoy sumida pasará... Porque siempre ocurre. El ciclo termina, y el estado anímico y mental que te ha generado se transforma en el siguiente, llevándote contigo lo aprendido del anterior. Y de cada cual dependerá aplicar la lección aprendida en los ciclos futuros. Yo ya he sacado en claro una de las lecciones que este año 2012 me ha traído: 

LOS EXTREMOS NO SON BUENOS. MANTENTE EN EL EQUILIBRIO SIEMPRE. EVALÚA, MEDITA DETENIDAMENTE Y ACTÚA EN CONSECUENCIA.

Yo creo que como lección aprendida, está bastante bien, ¿no?

Bueno... aunque pensándolo bien, y a colación de los "extremos", también mi experiencia personal este año me ha dejado otra lección, pero ésta más pequeña... o mejor dicho, menos categórica. Porque, como dije antes, vamos cumpliendo ciclos, y lo que ahora es positivo para mí, mañana quizás ya no lo sea...  A lo que iba (¡que me disperso!)... Segunda lección aprendida: Ni los buenos serán siempre tan buenos, ni los malos serán siempre tan malos.




Los fracasos nos recuerdan que somos humanos. Las decepciones nos indican que no era lo que creímos o idealizamos y la risa... La risa indica que nada de lo anterior nos ha quitado las ganas de vivir y ser felices.




domingo, 18 de marzo de 2012

VISUALIZAR SÍ O SÍ... NON QUEDA OUTRA.

Pensar a veces se convierte en una ardua tarea. Estos días, han sido para mí de reflexión, de análisis, de replanteamiento de expectativas. Tiempo para afrontar momentos complicados, buscar soluciones de urgencia para algunas cosas, pero sobre todo, de intentar autorrecomponerme y convencerme de que la vida sigue siempre su camino, y de que estoy mejorando por momentos.
Pasas el tiempo intentando ser feliz, intentando no pensar en las cosas que te hacen daño.  Pretendiendo dejar de lado lo que duele, y buscar lo bueno de cada momento. Porque al fin y al cabo, las cosas siempre pasan por algo. El problema está en que, aunque esto sea así, a veces, las cosas que pasan, duelen más de lo que una quiere ver. Y en ese punto me encuentro.
Llevo días intentando autoconvencerme de algo que cada vez tengo mas claro que no es así. Y cuanto más intento convencerme, más presente está la idea totalmente contraria. Sé que tengo que seguir adelante (non queda outra), pero al final, por mucho que intente disimular, decir en voz alta lo que quiero pensar y sentir, llega un momento del día en que todo eso se viene abajo. Y de repente, lo único que pienso, lo único que se hace presente y real es: "Todo mentira".
Mentiras piadosas que intentas creerte para que la verdad no te duela tanto, para creer que realmente eres más fuerte de lo que eres, y para pensar que quien te ha hecho daño, realmente no es para tanto...
Que lo que te pasa es que estabas confundida, que te hacía falta entretenerte, que no le querías... Quiero pensar cada día que esto es así, y que realmente no me importaba tanto esa persona como yo creía. Pero la realidad es otra bien distinta... Y Dios... Cómo jode eso.

¿Cómo puede ser que después de todo lo ocurrido, de todo lo vivido y demostrado, siga teniendo esto dentro?¿Cómo es posible que, aún a sabiendas de que me han fallado de la manera más vil y cruel, yo siga sin poder olvidar? Debería ser lo más fácil del mundo: Cuando alguien te traiciona, debería ser lo más sencillo de este planeta el pasar página, porque sabes ya que no es de fiar, y que no te conviene, y que no debes ni perder el tiempo pensando en esa persona.
¡JÁ! Y una mierda.... Resulta que después de todo lo vivido, de todo lo demostrado y tras la traición más aberrante que podía haber existido, ahora la situación no sólo no es fácil de asumir, sino que se complica por momentos.

Trato de pasar el tiempo ocupada, planenado los días, cosas que hacer, viajes, cenas, planes de futuro... Todo para poder "seguir", como debe ser. Intentando no acordarme de nada, quitándole importancia, y visualizando que "estoy bien". Curioso. "Estoy bien... Ya ni me acuerdo... No me duele... No era lo que yo creía...". Si lo visualizo, al final, sucede. Esto quiero creer, y por eso lo hago. Pero hay días, como hoy, en los que vuelvo al estado inicial. En los que nada cuadra y en los que parece que todo se pone en contra. Días en los que la realidad decide darte un buen "ostión", como diciendo: "Espabila... No te engañes... Tú intenta creer lo que quieras, pero yo estoy aquí, y te jodes."

Y esto desmoraliza... Desmoraliza que te cagas. Porque quiero estar bien. NECESITO estar bien. Pero de lo que una necesite y quiera, a lo que de verdad sienta... Hay un trecho.

Esto es lo de siempre, y empiezo a estar aburrida ya... Sé lo que tengo que hacer, sé lo que TODOS me dicen que debe ocurrir y acepto estos consejos de buena gana, de verdad. Pero en el fondo, muy abajo, allá donde nadie puede llegar, sé también lo que hay. Y no me gusta.
No me gusta porque está totalmente en  contra de lo que se considera lo correcto. Y reconozco que esto me hace sentir imbécil. "Soy gilipollas", pienso. "No puedes querer a alguien así. No es amor. AHORA ESTÁS BIEN. Aprovecha y aléjate. Es tu oportunidad de recomponerte. Así ha de ser, porque de lo contrario, sufrirías mucho más. La vida que tendrías sería de mierda, con desconfianza constante... Mereces algo mejor... y no hay nada que pueda hacer para demostrarte que va a ser diferente..."
Pero si tan claro lo tengo... ¿Por qué me cuesta tanto? Y sobre todo... ¿Por qué llegan días como éste? ¿Por qué cuando creo que lo estoy superando, de repente, porque sí, vuelvo al principio? Es que así no hay quien avance...

No sé...Supongo que siendo totalmente sincera conmigo misma, y al margen de cualquier comentario, opinión o idea externa, lo que realmente llevo dentro lo sé yo, debo pasarlo yo, y debo superarlo (o no...), pero yo solita. Y si algo sé, es que de entretenimiento, sólo cariño, etc,etc,etc... Nada de nada. Porque si así fuera, todo sería más fácil, y no haría falta enmascarar día tras día la realidad. No haría falta hacer como que no pasa nada, hacer como que hago, para dar la sensación y dármela a mí misma, de que estoy bien, tranquila.

No. no estoy bien. No estoy tranquila. Estoy jodida, decepcionada, desilusionada... Y dolida. Y lo peor de todo es que lo estoy por alguien que claramente no se lo merece, porque se ha comportado como lo hacen las verdaderas malas personas. Y sin embargo, aún sabiendo esto, cada vez que pienso en ese ser humano que debería se despreciable a mis ojos, se me cierra el estómago, siento presión en el pecho, los ojos se me llenan de lágrimas, terrible nudo en la garganta... Y vuelvo a decirme a mí misma: "No. Esto no lo quieres para ti. TÚ ESTÁS BIEN. ¿No ves que no le quieres? ÓYETE BIEN: ¡No lo haces!." (bbbfffffffjeeejjejj... Ya... Eso debería.)

En fin, visualización... Y mucha paciencia, supongo.

martes, 21 de febrero de 2012

SIGUIENTE PÁGINA... POR FAVOR

Parece mentira que después de todo lo vivido, algun@s sigamos cayendo una y otra vez en el mismo error.  Confiamos, confiamos y confiamos en las personas, a sabiendas de que aproximadamente un 99% va a acabar decepcionándonos… Y sin embargo, algun@s, seguimos confiando. A esto ya me he acostumbrado. Es mi forma de ser y me es imposible variarlo, aunque lo intente. Sé que seguiré confiando en las personas, porque siempre mantendré la esperanza de encontrarme con alguna que realmente merezca la pena (Y como a veces aparecen…  Pues yo ahí… en mis trece).

Pero en este caso, una vez más, la vida, la suerte, el destino  o quién sabe qué, ha decidido que sería buena idea cruzar en mi camino una persona más… Alguien que yo, en el fondo, tenía la esperanza de que perteneciera a ese 1% de los que no me van a fallar. O por lo menos, que si fallan, sean capaces de reconocer el error, e intentar repararlo.

Pero no. Una vez más, he vuelto a confiar en quien no debía. He vuelto a pensar que todo el mundo posee los valores que ese Ángel de la Guarda que afortunadamente tengo, supo inculcarme una vez, en vida. Ésos que dicen que debes ser fiel siempre a ti mismo, a tus sentimientos e ideas, y respetar siempre el hecho de ser coherente con ellos: Si quieres a alguien, entrégate al 200% con todas las consecuencias; y si consideras que alguien no te conviene, apártalo de tu camino, intentando no herirle, por supuesto,  aunque sin olvidar el objetivo de quitarlo de en medio.

Y en mi caso, he vuelto a permitir que quien no me conviene, haya estado en mi camino más tiempo del debido, llegando a adquirir cierta relevancia en mi vida. Craso error. Porque esto sólo conduce a que, cuando llega el inevitable momento de apartarlo definitivamente, sea más duro hacerlo.  

Hoy, en plena recuperación de las fiestas carnavaleras (magníficas como siempre, por cierto), ese momento fatal, llamó al telefonillo anunciando su inminente llegada. Después de unos instantes de duda, de rabia, de impotencia, ante una enorme sarta de justificaciones, excusas y “es ques” y “porques” desconcertantes y sin sentido, no hubo margen de maniobra y todo quedó súper claro: De nuevo, una de esas personas en quien, hasta el final, he intentado confiar y dar la oportunidad de reaccionar, vuelve a defraudarme  y decepcionarme de la manera más radical. Sin opción a nada más. Punto y final.

¿Y qué se supone que debo hacer en ese momento? Pues no lo sé… Esto a mi Ángel de la Guarda se le pasó por alto explicármelo… O quizás, más bien,  no le dio tiempo a hacerlo...
Así que me toca lidiar nuevamente con la decepción como buenamente pueda. Luchar otra vez contra el hecho de no comprender por qué las cosas se complican de la manera en que a veces lo hacen… Y volver a pasar página como en otras ocasiones me ha tocado hacer.
Ya llevo unas cuantas, la verdad… Aunque también estoy convencida de que todavía me quedan un feixe de tomos y tomos por completar… Páginas y páginas que seguir pasando, cada una de ellas con su particular decepción, traición, desilusión…

Pero me consuela pensar que no todo tiene por qué ser malo en momentos como éste. Cada página que me toca pasar incluye también una lección aprendida que, de una manera o de otra, me ayuda a prepararme para la siguiente. Algunas lecciones se hacen más difíciles de asimilar que otras, no lo voy a negar… Pero todas ellas, al final, terminan por servirme para  pasar páginas venideras, que todavía no han llegado, pero que en algún momento estarán ahí, todas enteritas, y para mí solita

Así pues, intentemos seguir a pies juntillas otra de las enseñanzas de mi Ángel de la Guarda: “de lo negativo, siempre acaba saliendo algo positivo.”

¿La lección aprendida hoy…? Cuando ves que algo para lo que has invertido todo tu esfuerzo, pero que no sólo depende de ti, empieza torcido, avanza torcido y termina torcido; intentar empezarlo de nuevo en las mismas condiciones es tiempo perdido…  Porque muy probablemente no eras tú quien lo estaba torciendo…”.

jueves, 5 de enero de 2012

ESTO EMPIEZA AQUÍ.... Y OTRAS COSAS

Bueno... Nueva idea peregrina de las mías... Ahora voy y me creo un blog xDDDD (manda carallo...!).
El caso es que se me antojaba poder escribir las cositas que me vienen pasando por la mente, porque creo que muchas de ellas son dignas de compartir... Así que, desde ahora y en adelante... por aquí andaré... (si es que soy capaz de aclararme con esta historia del blogger... Que una ya está mu desactualizá...)


En fin, que ya estamos a día 5 de Enero. Podemos decir que mañana se termina oficialmente la Navidad. Para algunos una lástima... Para otros un alivio. Pero si hay algo que sí es cierto es que, sea como fuere, a todos, de uno u otro modo, estas fechas siempre nos remueven "algo" dentro....  Hay a quien las Navidades les hacen volverse más amables, súper-felices... A otros, como es mi caso, nos entra la nostalgia, y el recuerdo de tiempos pasados, aunque no puedo decir que no me guste la Navidad, no vayamos ahora a ponernos trágicos...

Pero supongo que en esta época del año "de felicidad y buenas voluntades", siempre nos quedará un hueco, entre celebración y celebración, para recordar a quienes una vez estuvieron compartiendo este tiempo con nosotros... Y que ahora ya no lo hacen... Simplemente porque la vida es así.
Y en este momento, uno se plantea muchas cosas... (yo al menos, lo hago), y se pasan por la mente cantidades ingentes de preguntas, valoraciones, dudas.... Y una en concreto se erige sobre todas las demás. Una, y sólo una, es la que realmente me preocupa, y a la que presto mi total atención: "- Después de todo... ¿Ha merecido la pena?"...

Y tras recapitular sobre ella durante largo rato, no me queda la menor duda:  POR SUPUESTO.
Éste ha sido el año de descubrirme a mí misma, y de descubrir a las personas que tengo a mi alrededor. Para mí ha sido el año de la comprensión, de la conexión, de la esperanza... En este año he podido conocer mi capacidad real de superación frente a la adversidad, de hacerme más fuerte frente a los problemas, de no dejarme avasallar por la desgracia... Del "Sí, esto es una mierda, pero como es lo que hay, vamos a solucionarlo como buenamente podamos".... Y al final, "buenamente, hemos podido".

Pero lo mejor de mi valoración del 2011 es que he descubierto realmente a mi gente. Y he podido disfrutar de cada uno de ellos como no lo habría imaginado antes. Me he alegrado viendo cómo (aunque fuera de un modo muy lento), mis nenis se han ido recuperando del golpe más duro que la vida nos podía haber dado nunca... He podido disfrutar de su sonrisa, por fin sincera, que aunque ha tardado en llegar, al final ha llegado (Y os puedo asegurar que son las sonrisas más bonitas que he visto...).
He podido disfrutar también de la recuperación de mi padre, que aún sigue en proceso (quizás más lento que el nuestro), pero que sigue siendo positivo al fin y al cabo. He podido disfrutar de la ilusión que mi hermana mayor ha recuperado por fin, gracias a un ángel caído del cielo... Y he podido disfrutar de todos esos momentos en familia que, aunque imperfecta (...como todas), sigue siendo la mía... Y la verdad, he de decir que no la cambio, porque todos y cada uno de los que forman parte de ella me han aportado grandes cosas en este año que hemos dejado atrás: su apoyo, su alegría, su manera de vivir cada momento, y también sus regañinas, reproches... De cada momento, siempre he sacado algo en claro... Y sólo por eso debo estar agradecida de tenerles.

Así que después de valorar cada momento del año, desde luego, estoy convencida de que el 2011 realmente ha merecido la pena.

Y para muestra.... Un botón.